Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Enfados (Compilación personal de textos críticos sociopolíticos y filosóficos, 2015-2016) (página 2)




Enviado por Alberto JIMÉNEZ URE



Partes: 1, 2, 3

En los contaminados de Homo Discordiatoxis destacan los fomentadores
de la Violencia-Homicida. Que pueden exhibirse en ámbitos domésticos,
escolares, de presidios, durante las protestas políticas y la praxis
delictiva común urbana o vecinal. Sin menoscabar su origen, de cualquier
forma que se instaure o imponga, la violencia siempre será abominable:
empero, la doctrinal de gendarmería o miliciana destaca.
La Humanidad, cuando se supo en peligro o fue consciente de ello, se organizó
en sociedades para impedirla. Institucionalizó la urgencia de preservarse
con las principistas categorías filosóficas de la Libertad,
Elegibilidad, Transparencia, Igualdad, Fraternidad, Prosperidad, Propiedad
y
Seguridad. Conferiría responsabilidades a unos a favor del mantenimiento
de la paz que regocijarían a todos, y que hoy se entienden como «poderes
públicos».

Pese a lo cual y buenas intenciones, la «Homo Discordiatoxis» persiste
y se propaga indetenible porque la codicia es una bacteria resistente: capaz
de precipitar sepsia y se siente cómoda parasitando en el sistema psico-inmunológico
de las personas. Unos quieren aventajar a otros, tomar los tesoros colectivos
que por ello igual ajenos, lucir letales y temibles frente a los demás.
De súbito irrumpen, enquistan y obstruyen las funciones cognitivas del
Ser Humano al modo que lo hacen los virus maliciosos en software
de sistemas computarizados paralizándolos.

(XIII)

¿CUÁNDO SOMOS «REVOLUCIONARIOS
ANTI [COMUNISTAS] TERRORISTAS»? (2015)

«Dudo que alguien renuncie, por volición, a su
libertad: empero, no discuto que alguien pudiera temer a quienes se organizan
política y jurídicamente para impedir que la ejerza»

Soy revolucionario porque no adhiero ni doctrinalmente profeso
la salvajada de apuntar con un arma a mi semejante, que, aun cuando
platique en distinto idioma, habita el mismo mundo que yo. Más de la
mitad de población del planeta está bajo querella de muerte
y no es para la consecución de una mejor existencia, que ni siquiera
quienes insensiblemente los dirigen titerescos la tendrán por
igual convertirse en objetivos de guerra.

Soy revolucionario porque no siento odio hacia quien discrepa
de mis ideas: no urdo destruirlo ni en concierto acometo acciones contra nadie.

Lo soy sin pretender convertirme en un individuo pudiente mientras
otros se desplazan en lujosas máquinas de rodamiento o aéreas
tras apropiarse de las riquezas de nacionales: soberbios, siempre custodiados
y apertrechados.

Lo soy porque, desde el nacimiento de mi «Razón Suficiente»,
jamás he anhelado gobernar a nadie ni expresarle que «por amor» utilizaré
sus recursos para armar a criminales bajo mi mando.

Soy un revolucionario al cual mira con sorna la estirpe de aduladores
de quien disemina odio. 

Lo soy, revolucionario, porque vindico la abolición de
los ejércitos en el planeta: no admito matar como medio para la consecución
de ningún fin, mucho menos dominar.

Soy, revolucionario, porque anhelo que todos sustituyamos la
falaz Institucionalidad de Dictaduras y Gobernantes Vitalicios por
la de conferirle «Revocables Responsabilidades de Estado» a ciudadanos aptos
sin convertirlos en divinidades.

Lo soy, revolucionario, porque rechazo los lujos que cualquier
colegiado o no Funcionariado de Gobierno se dé con recursos
financieros que son de las naciones: riquezas que deberían destinarse
para satisfacer las necesidades de los ciudadanos y salvar a los olvidados a
causa de la indolencia de quienes deberían auxiliarlos. 

Soy, revolucionario, porque resido en un suburbio y no por ello
experimento odio hacia quien exhibe riquezas y su medio ambiente parezca un
paraíso: ello aun cuando no cese de pronunciar mi moción de repartir
equitativamente las riquezas públicas.

Lo soy, revolucionario, porque no dejo de ser amigo de
«amigos» aun habiéndose equivocado plegándose a proyectos de gobierno
que socavan la Humanidad e insisto en platicarles.

Lo soy porque, si de mí dependiese, eliminaría las «armas
letales» en nuestro impenitente mundo. 

A mis amigos y a quienes ya no quisieron continuar siéndolo, digo
que la Libertad no tiene rango militar y (por ello) no acata esa perversidad
de la moral castrense que evocan como «Obediencia Debida»

Soy revolucionario porque, aun cuando estén plagados
de próceres impresos de origen imperial, jamás inclinaré
mi cerviz ante hombres y mujeres dementes al mando que empujan a los ciudadanos
por el Sendero de la Discordia y Exterminio de unos contra otros.

A mis amigos y a quienes ya no quisieron proseguir siéndolo, pronuncio
que nada ni nadie puede arrogarse la «Suspensión del Ejercicio de la
Inteligencia y Juicio»

Lo soy, revolucionario, porque, a mi parecer, no es discurso
de falaces ni cobardes persistir en predicar que sólo merecemos vivir
sin que nadie socave nuestros Fundamentales e Inmutables Derechos de Humanos.

A mis amigos y a quienes ya no quisieron continuar siéndolo, pronuncio
que todos sólo merecemos la Paz por destino y no el Miedo ante
la presencia de las nada enmascaradas bestias que, soberbias, se exhiben en
«paradas castrenses» y «efemérides»: y, frente a los cuales pareciera
que ninguno de los intelectuales estamos salvos o blindados.

(XIV)

LA SECTA «LOS HIJOS DEL COMANDANTE-SUPREMO-PRESUNTO-SEMPITERNAMENTE-DIFUNTO»
(2015)

«En su fase agónica, toda secta macabra derrama
sus hediondos fluidos y desperdicios fecales por las poblaciones donde la ira
de hartazgo contra ella acrecienta»

Para formar una secta sólo se requieren dos personas:
una sagaz que afirme haber sido «ungida» por una providencia no táctil
e imperceptible, entre tantas adventicias del «Imaginario Popular», y otra impávida
que será timada y difundirá la «bienaventuranza». La fricción
sobre la yesca seca siempre enciende.
Alguien «emisor-activo» infiere a
su «receptor [a] pasivo [a]» haber «escuchado una voz» o «visto a un ser de
otra dimensión» que le ha confiado «una tarea salvadora o exterminadora»,
según los casos, de la Humanidad. A cualesquiera entre sus propósitos
precederá la manipulación de la psiquis de individuos que podrían
ser persuadidos de cosas tan absurdas como amar a quien asesina porque «libera»
y, con ello, «ofrenda» a ese ascendente: «mayor», «principal» o «padre supremo»
que (oculto) mira para reclamarles u ovacionarlos como «filius ecclesiae nova»
(fieles de novísima iglesia)

Pero, no es tan fácil que la (llama) secta permanezca
encendida. Requerirá finanzas, vehículos para transportarse, inmuebles,
instrumentos letales para disuadir o intimidar, barata e ingenua servidumbre
y estrategias propagandísticas. Así nació la Secta
Venezolana Los Hijos del Comandante-Supremo-Presunto-Sempiternamente-Difunto.
Un soldado le dijo a su compañero de habitación que tuvo
una «revelación cuartelaria» según la cual, mediante la «rebelión
armada», debían asaltar el Palacio del Gobierno Nacional para
asumir el poder político-militar en la república y rescatar la
Democracia socavada por corruptos.

«[…] Vi a un barbado que emanaba luces, untó mi casco con
un aceite y me dijo: Plugo, muchacho, a mí pluguiese convoques una insurrección
y mates a los infieles que impiden el crecimiento de mi Iglesia Revolucionaria.
Te he nombrado pontífice
[…]» -esa fue la fricción que encendería
la yesca en la Patria de BOLÍVAR Y PONTE-. Empero, la Naturaleza dicta
que todo naciente tendrá un poniente.

El ungido obedeció el mandato del patriarca. Ello aun cuando,
tras acudir al convite, las tropas que adhirieron a la insurgencia fueron derrotadas.
Sin embargo, un influyente sector de «Ci-viles de la Sociedad» legitimó
ese acto criminal y propagó «la buena nueva» del nacimiento de la Secta
Venezolana Los Hijos del Comandante-Supremo-Presunto-Sempiternamente Difunto:
destinada a emprender una de las devastaciones más dolorosas e inexplicables
jamás vistas, desde la primera y nefasta mitad del Siglo XX en el Mundo
hasta la actualidad. Algo diré y quizá sea una inferencia estrafalaria:
Plugo SABLE FRÍO nació muerto, pero lo mostraban vivo [03]

En el curso de mi existencia he conocido de «vista, trato y comunicación»
a varias. Una de ellas fue la norteamericana «Secta Los Niños de Dios»,
ya extinta porque esos vástagos de la unción cristiana no
recibieron la «Pócima Juventud Eterna» que les habían prometido
y ya están muertos o viejos como yo. Integrada por chicas y jóvenes
muy pacíficos. Viajaban sin dinero, mínima vestimenta, biblias
y lograban cobijo. Yo se los di durante una semana en el primer apartamento
que ocupé en la ciudad de Mérida, Venezuela. Antes, en EEUU, tuve
vínculos con otra nada religiosa de la cual con sagacidad me aparté.
En Venezuela (Década de los Años 90), algunos maliciosos
intelectuales propagaron que yo era uno de los escritores «ideólogos
de la Secta Satánica Briceñoguerreroiana» [04] en boga
en la ciudad de Mérida. Cierto que el fallecido profesor y filósofo
José Manuel BRICEÑO GUERRERO tuvo seguidores y discípulos,
pero no fui uno de ellos. Éramos respetuosos amigos, platicábamos
en el Rectorado de la Universidad de Los Andes sobre distintos temas.
Pero, Satán no era el principal, sino la Filosofía. Ese
infundio en contra de nuestras reputaciones se debió a la aparición
de mi novela intitulada Dionisia, publicada por nuestra vetusta casa
de estudios superiores (1993) He aquí un esclarecedor fragmento que,
sobre ese libro, escribió el destacadísimo historiador, ensayista
y poeta Rafael RATTIA: «[…] En una ocasión, Arthur SHOPENHAUER afirmó
que su libro El Mundo Como Libertad y Representación le fue
dictado por el Demonio, en una sola noche […] Es probable que esta novela sea
el resultado de una  especie de psitacismo. En otras ocasiones, he sostenido
que Alberto JIMÉNEZ URE es un taumaturgo de la palabra, un alquimista
del verbo […]»

Es de tozudos negar que, en Venezuela, la irrupción de la Secta
Los Hijos del Comandante-Supremo-Presunto-Sempiternamente-Difunto
tuviera
su minuto de fértil impacto en territorio. La mayoría de los ciudadanos
estaba harta del dispendio y la malversación, «en grado de continuidad»,
del Tesoro Público que protagonizaban tipejos hoy ya sepultos.
Era predecible que esa etapa política culminaría. Su decadencia
propició la aparición de la descrita y desalmada secta vico-militar
en fase agónica, aun cuando emita rugidos estruendosos. Porque ahora
el hartazgo que su perversa cúpula provoca a la Nación Venezolana
tiene extraordinarias dimensiones. En funciones de exterminio de la República
de Venezuela, esa hermandad vampira que relevó muy abominados predecesores
bebe sangre seca del putrefacto cadáver sobre el cual retoñó.

(XV)

LA «CONCIENCIA UNIVERSAL DEL BIEN» (2015)

«Cada madrugada compruebo que los enemigos de la Humanidad
ignoran que ya eran difuntos desde el instante cuando le dieron la tarea
de exterminarla»

La Conciencia Universal del Bien nunca será letal ni
tendrá armas, pero abatirá: y, quienes la desconozcan o sitien
estarán condenados a ser denigrados como fallidos deicidas. Cierto
que la desesperanza produce estupor y parece misiva de «presagio funesto». Bajo
condiciones extremas, siempre superviviremos por cuanto lo que impera
lo hace mediante espejismos. Ahí están esas imágenes ficticias
que jamás se transmutarán en materia: pero angustian, irritan,
deprimen o provocan frustración.

La Conciencia Universal del Bien es la «Inteligencia» que no
cesa ni suspende su reinado y complejidad en el Firmamento. Mira severamente
a los deicidas que (inmisericordes) presumen matarla con filosos cuchillos
y «escupefuegos», empero no lo hace respondiéndoles con violencia sino
anunciándoles que ellos no existen.

La Conciencia Universal del Bien es el «Ser Humano» que escucha
los improperios de las «desfaloladas» y «falolados» que conforman el Prontuariado
del Mundo.
Adviene en forma de clariaudiencia, prognosis o rostro
desprovisto de telas para ocultar la Razón Suficiente. Si ella
somos es porque igual [e] videntes y nos guarnecemos oficiándoles
extremaunciones a nuestros ofuscados deicidas.

La Conciencia Universal del Bien somos cuando, tras advertir
la fatalidad, impulsamos el salto de nuestra percepción y discernimiento
filosófico hacia la quiescencia que siempre aguardará. No esquivará
el sufrimiento, aun cuando se presentare sin ser convidado. Lo rebasa superándose
con la extirpación de sus abscesos. Es la antítesis de los actos
fallidos del [«Álter»] Ego.

La Conciencia Universal del Bien no está en guerra ni
las emprenderá. Conoce que esos cuya mala fe los distingue en
las comunidades están muertos arrogándose una vida poderosa y
privilegiada.

Jamás nadie aventajará a la Muerte, bien recibida
en la Casa de los Avatares y temida por quienes la siembran. No semeja
al vetusto Pino Bristlecone, a la Almeja de Islandia o la
Cinachyra Antárctica. Ella es provecta y no le asombra la cíclica
pero espumosa aparición del Látigo Antropomórfico.

La Conciencia Universal del Bien conjura sin ser hechicera.
No es verdugo de cadalso pero tampoco boga a favor de mantener forzosamente
vivo a quien horca quiere. Permitirá que los dolientes enciendan con
la soga del ajusticiado la llama que incinerará al escindido.

(XVI)

ULTRAJES (2016)

«[…]Tengo muy mala opinión del Ser Humano
[…] No soy una persona atormentada: sólo un hombre decepcionado de todo
[…]»

(En el diario El Nacional, Caracas, el 15-11-1999/Fragmentos
de entrevista que me hiciera Andreina GÓMEZ)

No es cierto que el «ultraje» sólo se sucede cuando se comete
cualquier acto no consensuado contra la «dignidad», «integridad» y «derechos
universales» de una persona o pueblos. A causa de ese equívoco razonamiento,
el ejercicio de la Democracia deviene en «acto fallido». Todos concedemos
que es insustituible la metodología de sufragar (en secreto
y sin pujas coercitivas, vejatorias o intimidantes) para elegir a quienes serán
investidos de mando y administrarán las riquezas de las naciones a las
cuales deberán conducir (no arrear) tras prometer acatarán
y harán cumplir una constitución y leyes. Empero, lo que en materia
política muchos deciden siempre exuda una abominación: encorva
a la «minoría» que consiente votar, pero no logra satisfacción.
Por ello, a partir de la Ceremonia de Juramento y Asunción, el
«Jefe de Estado» segrega y discrimina fundamentándose en una «Voluntad
Popular» de súbito írrita.

El individuo que es «inferiorizado» cuando se exhibe «poquito» ante la
caterva se hallará, jurídicamente, en situación de orfandad
por cuanto el azar o destino no le (satisficieron) impartieron justicia
y menos lo harán los vencedores presuntos. He ahí la partida de
nacimiento de la Sempiterna Democracia Fallida. La derrota electoral
es una forma de «ultraje»: porque, virtud a costosas y engañosas propagandas
o habilidad de algunos frente a sus adversarios políticos para persuadir/enamorar
al «Vulgo», tendrá consecuencias que abatirán a quienes «pudieron
menos» y recibirán malos tratos o sufrirán fortuitas penurias.
Temprano, igual esos que se creyeron vencedores serán fustigados.

La presencia de predadores en palacetes, cuarteles y demás
organismos públicos edificados para urdir infinidad de ultrajes, constituye
uno de los estigmas de la -hace centurias- abortada Democracia que
timadores expertos mantienen en «coma inducido». A los pueblos, custodios/canallas
relevadores de otros que están en el «Corredor de la Muerte» informan
que ella está viva y bien cuidada: pero no les permiten verla. Si lo
estuviese ya sería un prodigio por longeva. Sobre la cual todos satirizamos,
en la calle o claustros universitarios donde sesudos difunden
que pudiera engendrar auténticos estadistas: que peor es padecer a «superiores
de facto». Se infiere «participativa» o «representativa», «corrupta» a veces,
pero «perfectible».

Sabemos en cuáles lugares (y motivos) la Democracia permanece
confiscada, en presidio o patíbulo. Soy testigo: el Ultraje de Funcionariado
es imagen corporativa de Estado en Ultimomundano.

En el curso de un convite al cual fui invitado por dos notables y ya
escindidos filósofos, Ángel J. CAPELLETTI y Lino RODRÍGUEZ
ARIAS-BUSTAMANTE (admirables intelectuales que me permitían expresarme
sin ambages), prorrumpí que mi cerebro no concibe la fusión de
los «actos de gobernantes» con «decisiones de Estado»: que juzgo ridículo
calificar como «totalitarios» o «forajidos» a específicos estados para
exculpar, con un simple ardid semántico, a quienes lo «representan».

«[…] Sin saber qué significa, los déspotas son deudos
del antropomorfismo
[…]» -rápido, esclareció CAPPELLETTI.

«[…] También de la prosopopeya e idolopeya […]» -añadió
RODRÍGUEZ ARIAS-BUSTAMANTE.

Así como las leyes no eximen a los ignorantes, discapacitados
intelectuales o analfabetos de su cumplimiento, tampoco los violadores seriales
que controlan repúblicas
dan tregua a la mayoría que presumió
ser triunfadora eligiéndolos para gobernar. Ello responde a una premisa:
todo político en situación de aspirante es un defenestrado que
no busca el poder para, tras su consecución, permanecer anclado entre
la servidumbre que lo ha parido. Anhela dar un salto desde la pobreza hacia
la opulencia.

El poder es un software de aplicación que no cambia a
nadie: la mujer u hombre que logra alcanzarlo simplemente descubre su [«Álter»]
Ego, su otro mediante cuyas perversidades o bondades se conducirá
en una sociedad que le concede privilegios validándole tanto su deleble
impunidad como improbable magnificencia.

(XVII)

PARECEN Y SON PELIGROSOS, LUEGO «SANCIONABLES» (2015)

«En el Régimen Bolivariano-Falaz que
inmisericorde ultraja a venezolanos, los tribunales abren simbólicamente
sus puertas para -de súbito- cerrarlas porque no hay materias o litigios
que discutir en los despachos: sólo sentencias pre-elaboradas por dictar
y que satisfarán a los confiscadores de la Justicia: esos que socavaron
nuestra Soberanía Nacional e hipotecaron la república»

Infiero que a causa de la «Filosofía Político-Militar-Financiera»
que rige a los norteamericanos virtud a su rígido (autónomo)
«Estado de Derecho y Justicia», sus representantes tienen demasiadas razones
para sancionar a funcionarios del régimen hegemónico
venezolano en general (no a quienes somos sus víctimas). Por su adventicio
esencialismo, el ilegítimo gobierno despótico-bolivariano-falaz
resguarda y adhiere (comulga) a malhechores internacionales. Nadie puede
refutar que parte de nuestro territorio fronterizo fue cedido a los grupos irregulares
de Colombia que lo convirtieron en «santuario»: «centro de operaciones criminales»
o «conchas». Aquí terroristas, sicarios, traficantes de sustancias ilícitas
o armas de distintas naciones tienen el padrinazgo de una Fuerza Armada
Mercenaria Nacional:
que, por obvios motivos, nunca podría ser de
liberación sino opresiva.

En nuestro país se licencia para delinquir a grupos de
forajidos armados y adoctrinados que agreden, intimidan o matan opositores y
hasta personas de sus círculos políticos que les incomodan. En
Venezuela se urde y ampara toda clase de fechorías, algunas de las cuales
contra EEUU (el propio Simón BOLÍVAR y PONTE advertía que
no existen enemigos pequeños). No creo que pululen tozudos o ingenuos
que subestimen la peligrosidad de tantos dementes con mando en Venezuela, algunos
de los cuales sí tienen millones de dólares en cuentas abiertas
por testaferros profesionales. Para lograr reducidas condenas de presidio, que
no sorprenda cuando tales negocien delaciones con los tribunales norteamericanos.

La proximidad de Venezuela a USA se ha convertido en una «amenaza» por
causa de la confrontación verbal, el incesante e injustificable pleito
que contra quienes compran y pagan -en efectivo- nuestro petróleo
mantiene una cofradía de sediciosos. No dudemos que los desalmados que
tiranizan en nuestra república pudieran planear, en concierto para delinquir
con exterminadores doctrinales, ataques contra Norteamérica.

El Imperio Norteamericano no tiene en Venezuela el arraigo de
otro también temible: ese mediáticamente apodado Gigante Chino.
Es más probable que algún día los asiáticos
decidan esclavizarnos y no los norteamericanos: desde hace años invadidos
por inmigrantes de Centro y Sur América: millones de
los cuales ya fueron nacionalizados. Mujeres y hombres que fortalecen ese país
con arduo trabajo, talento académico o invenciones.

Con el Gigante Chino e Imperio Ruso, el Estado
Venezolano
está hipotecado. Pero, la Casta Dictatorial Comunista
China
está tan avocada a sus asuntos financieros internacionales
(es una indiscutible potencia capitalista mundial) y en mantener -férreamente-
controlada a su población que no emprendería una conquista más
formal de esta que fue patria de BOLÍVAR y PONTE. Hace rato que los jefaturales
del legendario Imperio Chino colocó en decúbito
al «Funcionariado Cívico-Militar Venezolano»: y, por ello, no requieren
anunciar o alardear que son los auténticos mandantes de los apátridas
que nos vejan.

(XVIII)

LA PESADILLA AMERICANA Y SU CRISIS HUMANITARIA (2015)

«Los políticos latinoamericanos propugnan la
pobreza y gangrenan los presupuestos que administran, luego en purulencia perpetua
y desvergonzadamente se mantienen»

Se afirma que millones de habitantes de Centro/Sudamérica emprenden
éxodos hacia EEUU con el propósito de materializar eso que llaman
«El Sueño Americano», en el país que ofrece mayores oportunidades
económicas a inmigrantes. Desde hace décadas, todo indica que
esas personas experimentan horrendas «pesadillas» que -aparte- han provocado
«crisis humanitarias» de proporciones gigantescas, muy difícil de atender
o revertir conforme al Art. 13 de la «Declaración Universal
de los Derechos Humanos» que dicta:

01.- Toda persona tiene derecho a circular libremente y elegir su
residencia en el territorio de un Estado»

02.- «Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país,
incluso del propio, y a regresar a él»

Las penurias y muertes de quienes emigran hacia EEUU (pero también
a Europa) tienen culpables: los gobernantes de sus respectivos países,
mujeres y hombres corrompidos e incapaces de ejercer el mando con inteligencia
y que adrede mantienen en situación de miseria a la mayoría
de los ciudadanos. En Ultimomundano el «Populismo» signa los comportamientos
de individuos con poca voluntad de superación, sin ánimo para
instruirse, nada proclives al trabajo o idear empresas productivas. Los motiva
una absurda esperanza de recibir mercadería regalada o barata
de borrego, procrear sin control ni responsabilidad tras presumir que el
gobierno les dará becas. La fornicación desalmada que presumen
los redimirá.

En Centro/Sudamérica los impertérritos políticos
propenden a corromperse y pervertir, claro: a deliberadamente distorsionar los
proyectos financieros para luego emprender la multiplicación de pobres
que controlarán con fines proselitistas: lo cual es una especie de llaga
purulenta para cualquier nación, aun cuando tenga suficientes materias
primas o explotables recursos naturales. Los países no se desarrollan
sin talento, trabajo ni probidad.

¿Cómo justificar que, en repúblicas petroleras como
México y Venezuela, millones de habitantes vivan miserablemente: y, por
ello, anhelen irse en un intento extremo/peligroso (muchas veces frustrado)
por mejorar sus condiciones de existencia? La Casta Política Mejicana,
por ejemplo, mira con indolencia cómo hasta los menores de edad
e hijos de esa preterida patria traspasan las fronteras para abultar la inmigración
ilegal que ha provocado la tragedia humanitaria de extranjeros infantes
en USA. 

Empero, las crisis humanitarias que surgen en América Latina
se deben -fundamentalmente- a la corrupción e ineptitud que caracterizan
a los gobiernos que en ella rigen.

 En Colombia grupos de terroristas organizados y alzados
en armas, junto con oligarcas que se resisten a compartir sus riquezas o invertirlas
en fábricas e industrias, mantienen desasistida a una población
fustigada por la violencia socio-política. 

En Argentina, pese a ser una nación culturalmente destacada, el
«Populismo» es la gangrena de su Clase Política pariente de la venezolana
docta en «diplomafia extorsiva» y «chantaje petrolero». No extraña que,
histérica, la Presidenta de Argentina (por ejemplo) se declare en
rebeldía
frente a sus acreedores de la Banca Internacional que
no tiene la culpa de su pésima gestión administrativa. 

No en tan «bajo perfil» los mandatarios de Ecuador, Bolivia y Nicaragua
igual suelen mostrarse estúpidos frente las exigencias de quienes les
conceden préstamos de miles de millones de próceres impresos
imperiales.
Quieren abultar sus cuentas bancarias de billetardos y
por ello los piden, pero jamás con intenciones de industrializar las
naciones que a causa de la Infausta Totalitaria gobiernan. 

Centro/Sudamérica está en incesante riesgo de amputación.
Sufre una emergencia humanitaria-financiera-sanitaria imposible de
ocultar.

(XIX)

LA TRÁNSFUGA/CACA INMUNDA SE PROPAGA, DAÑINA,
CON CUALQUIER BRISA (2015)

«Se percibe por los ojos y olfatea fétida: cuando
está líquida recorre la tierra, se abre paso por entre matorrales.
Cuando sólida emplasta los calzados o pies. Ya pulverizada cualquier
brisa la esparce por doquier. No caca-rea pero de gallina pareciera deposición
»

Los quehaceres prototipo de político, ese sin respeto por la dignidad
humana u honradez, siempre han agitado la invectiva de quienes somos escritores.
También atribulan a sociólogos e historiadores no plexos por
paga mercenaria,
que nunca a psiquiatras por cuanto suelen ser compasivos.
En algunas de mis novelas y cuentos, el agrio discurso contra ellos casi alcanza
la categoría de «tra [u] ma central». Sin embargo, tras la intervención
de mi «juicio» en la disputa del narrador omnisciente en el cual irgo contra
la «herencia histórica» o «suceso del inmediatismo» social, la plenipotenciaria
«ficción» desenlaza el nudo de horca presente en el ejercicio de
pendenciero/hacedor
de Literatura: obcecado, siempre, por inmiscuirse en
las riñas domésticas de una Nación.

Los hechos que, repetidamente, la «Historia Universal de Iniquidades»
registran, prohíben a los novelistas y cuentistas fijarnos límites
fundamentados en la percepción rígida y académica de un
sociólogo. Tampoco somos sumisos ante encíclicas de expertos en
comportamientos enfermizos que, de prisa a veces, sostienen que la demencia
es a cada individuo su propia madre para afirmarse científicos. Pienso,
con demasiada frecuencia, que un gran porcentaje de políticos lo son
virtud al desquicio que da cuerpo a la idea de «salvar un país» cuya
nación no sabe que le pertenece bajo la figura jurídica del «condominio».

Por lo expuesto, soberbios, irrumpen personajes políticos conocidos
como «tránsfugas». El «converso/metamórfico» adquirió notoriedad
durante los tiempos de la Revolución de París (1789),
la cual pudo ser gloriosa sin necesidad de legitimar las decapitaciones que
invalidaron sus propósitos de progresiva y positivamente transformar
Francia: un territorio durante siglos sometido al yugo de los auto-investidos
de sempiternos propietarios del poder y las finanzas. El «transfuguismo» se
sucede cuando alguien, por paga o preservación de privilegios, se atreve
traicionar los propósitos políticos de un grupo representativo
de sectores sociales. Lo hace persuadido que quien fue su adversario es infalible
y su traición parece un magnífico negocio.

La «tránsfuga/caca inmunda» que metaforiza al hombre canalla,
esencialmente nada confiable y mucho menos probo, suele secarse rápidamente:
convirtiéndose en un elemento volátil, cuasi gaseoso, muy lesivo
para la salud de los ciudadanos que le confiaron responsabilidades. Esa clase
de sujetos jamás servirá, con lealtad, ni siquiera a causas criminales.
Por ello, en los patios traseros de mansiones que albergan mafias, cada individuo
es un potencial asesino del otro: donde ninguno tendrá objeciones de
conciencia para exterminar hasta sus progenitores, hermanos y vástagos.
Aun cuando de nosotros provenga, la «tránsfuga/caca inmunda» debe ir
donde pertenece: a las cañerías o estómagos de escarabajos.

(XX)

LA FATUA LEGITIMACIÓN DEL «CRIMEN DE FUNCIONARIADO»
(2016)

«Cierto que, con tropas y próceres impresos imperiales,
los sátrapas todo pueden hacer: excepto mantenerse vivos, despreocupados
e invulnerables tras participar en macabros e incesantes rituales donde la danza
y los escupitajos no reparan ni tributan a sus víctimas: pero, tampoco
agregan sufrimientos»

No existen inteligibles fórmulas «jurídicas/científicas»
para legitimar «actos de gobierno» que violenten los conceptos fundamentales
sobre los cuales la Civilización rige (o «lo pretende» hacer)
en el mundo. Las encíclicas difundidas como «Autodeterminación
de los Pueblos» o «El Principio de no Intervención Foránea en
Asuntos de Estados Soberanos» son aplicaciones con malware para «falaciegos»
o quienes simulan invidencia. Es público y notorio que las férulas
o tumultos que, incidentalmente, han conseguido mandos sobre
naciones
nunca pierden su escueta y falta de rigor dialéctica.
Porque el «noviciado» de las y los sátrapas en su periplo
por la consecución del poder no exhibe sino vociferaciones, consignas,
fetiches, vallas, pancartas, tremendismo publicitario de pillo
y extrema
violencia política callejera.
Tras un mínimo aprendizaje
de enajenado, sin sustanciación en materia de ideologías o
dogmas religiosos, emprenden sus cacerías con lamentables consecuencias.

Jamás se podrán «legitimar» metodologías para el
sostenimiento de «estados» mediante el inmoral blindaje judicial a
jerarcas de gobiernos adeptos del prevaricato. Lo infiero porque: o
son «mandatarios» o capitanean luego de haber prorrumpido con armas de guerra
e intimidaciones, para, visto tantas veces, imponer sus atrocidades y
ultrajes en naciones infortunadas. El Ser Humano nace sabio
y, por ello, librepensador. En el curso de su existencia, intenta ser
libre y feliz. Hace todo lo inimaginable por defender (mantener incólume)
su Don del Razonamiento que sentencioso determina inherentes, imprescriptibles
y fundamentales ciertos derechos sin lesionar a nadie adecentado. Muchos pujan
por su confiscación, expropiarlo, colocarle un precio o criminar
su esencialismo.

Sólo es plausible «legitimar» todo cuanto propenda fortalecer
la satisfacción de nuestras necesidades alimenticias, el acceso al trabajo,
provisión de medicinas, búsqueda de conocimientos, cultura,
información pública,
participación ciudadana en los
asuntos del «Estado de la Nación», seguridad personal y social […]
Si quienes están «al mando» cumpliesen con sus responsabilidades que
son «mandatos de nacionales», los dineros utilizados en la compra de equipos
antimotines (para reprimir y hasta asesinar) podrían destinarse a mejorar
la calidad de vida de todos.

Las buenas acciones de las personas, o grupos, no requieren convertirse
en causales para justificar la inversión de recursos financieros en costosísimas
(de obsesos) campañas proselitistas. El Concepto de Civilización
no admite preponderancias que hieran, maten personas o socaven sus libertades.
Inclusive, denuesta e impropera a regimientos. Porque de griterío
salvaje,
los «edictos y urdimbre tramposa de funcionariado» aventuran en
el ámbito del Terrorismo. Imposible legitimarlos, blindarlos,
bendecirlos.

(XXI)

LA «INSTITUCIONALIDAD FALSIFICADA DE COME-MERDISMO» (2016)

«El come-merda es un ciudadano con los mismos
deberes y derechos constitucionales de opositores a regímenes que
dictan
duro, pero al cual satisface que sus alimentos tengan procedencia inmunda
y les sean servidos en excretas»

En el curso del Siglo XXI, en el Mundo ningún país ha experimentado
tantas falsificaciones como Venezuela. Mediante «cháchara de fervoroso
constituyente», cambiarle el nombre a nuestra república fue el pórtico
de toda clase de mamarrachadas y delitos (cohechos, prevaricatos) que
«estaban por venir»: los cuales, por cierto, durante el Año 2016 a nadie
ya genera estupor aun cuando todavía ofusca. La Cúpula Bárbara
Cívico-Militar
tiene infinidad de «encantados» porque «paga» o «corrompe»
puntual, vertical y horizontalmente.

Todos los países tienen «instituciones» que los sostienen (indiscutible,
¿no?) Pero, Venezuela sólo «falsificaciones» de esas «columnas
de Estado». Su «eso» que no puede calificarse como «gobierno» sino «Crimen Político
Organizado» tiene dos nóminas mayores de mercenarios nada fantasmas:
una integrada por personas con revocables «credenciales académicas o
castrenses» y otra no exenta de alimañas que conforman el Prontuariado
General de Populacho.
Sus ingresos son «excretos»: no pueden ni deben «comparecer»
ante enemigos de los Vertederos Oficiales de «Merda» Ejecutiva, según
«Sentencia de Sala Prostitucional» (SP) que sustancia decisiones excrementales.
También son «no investigables por nadie» (NIN) los recursos nacionales
que administra la Cúpula Bárbara Cívico-Militar, cuyas
deposiciones son fabulosas a juzgar por su hedor internacional.

El «Comemerdismo» no es una novísima corriente política
impulsada por los ya citados NIN, para quienes nada ajusta mejor como trajes
de sastres personales que ver a todos los ciudadanos por ellos sojuzgados inclinados
ante excusados: para consumir, felices, sus propias toxinas y las de otros (según
los casos y oportunidades) Gracias a la determinación e ingenio de anti-imperialistas
furibundos,
ha tenido un triunfante renacimiento en la cuna del Libertador
Simón BOLÍVAR y PONTE: donde los indicadores de pobreza ascendieron
de mínima a regular y extrema en menos de
dos décadas (1999-2016) Las «protestas sociales y consecuentes detenciones»
aumentaron, pero significa que «disminuyeron» conforme a los sesudos analistas/voceros
de la Cúpula Bárbara Cívico-Militar para quienes
«los políticos no son lastres distintos a presos comunes»

(XXII)

EL TERRORISMO CABALGA ENCIMA DE LA OMNIPRESENTE INDUSTRIA
MUNDIAL DE ARMAS (2016)

«No hiberna porque no existe, no creó la abominación
que somos: te lo advierte alguien al cual no le consultaron si quería
irrumpir en esto que presumimos Humanidad, una criatura vejada que igual potencial
victimaria entre salvajes»

No existe ninguna persona en el Planeta Tierra que esté
salva o no haya experimentado miedo ante ciertas e incesantes amenazas de muerte
o cualquier otro asunto relacionado a su precipitación y advenimiento.
Alguien que no tema ser (con o sin motivos) perseguido, torturado, ejecutado
o confinado en mazmorras por causa de eso que entendemos como «irracionalidad».
Empero: ¿qué es, a partir de cuándo y por qué lo
somos?

En esto patético (febril, frágil, absurdo) que
llamamos «existencia», defino «irracionalidad» lo perverso que nos estigmatiza
«inhumanos». Cada instante millones de personas nos sentimos víctimas
de ello, de sus profesos y adeptos. No importa si somos habitantes «primer
o ultimomundanos», la irracionalidad rige a las naciones. Es un
comportamiento que se exhibe mediante musculaturas. Fortalezas perceptibles
en masas corpóreas e instrumentos para el exterminio de nuestra especie
y otras.

Cometen actos «terroristas» los jefes de repúblicas que destinan
tesoros o dineros patrios a la compra de pertrechos de guerra, con el alevoso
propósito de dotar a innecesarios ejércitos o grupos de milicianos/mercenarios
para los cuales nada es más glorioso que portar un/a «escupefuego».
Infligen contra la Civilización los mandatarios que malversan
dineros procedentes de naciones para multiplicar los activos de la «Industria
Universal de Armas». Tanto más contribuyen a su crecimiento cuanto más
odio fomentan entre individuos a los cuales someten o «gobiernan».

Los dictadores, califas, reyezuelos, monarcas o jefaturales autoritarios
nos condenan a padecer penurias siempre que compran armas de guerra con
recursos financieros que no les pertenecen: y que deberían destinarse
a la vida buena. A productores de alimentos, cultura, salud e investigación
científica. Las franquicias «terroristas», de «colegiatura», venden armas
letales a quienes son sus idénticos «en situación de ilegitimidad».
Miremos y escuchemos a los ingenuamente electos por los pueblos: son asesinos
«constitucionales», hombres y mujeres cuya codicia los impulsa provocar éxodos
en territorios por ellos devastados. Sólo los motiva la idea de reprimir
para permanecer al mando. Necesitan asustarnos, intimidarnos, abatirnos con
la ventaja que le conceden los regimientos del sin fronteras Crimen Político/Militar/Religioso
Organizado.

Los «terroristas sin colegiatura» obtienen sus armas de guerra de esos
países donde exitosamente opera la Industria Universal de Armas.
Pero, todos son santificados por envilecidos pontífices que platican
sobre «Apostasía». El «Terrorismo» es más que un discurso doctoral
o discusión para intelectuales adherentes u opositores del Crimen
Político/Militar/Religioso Organizado
(CPMRO)

(XXIII)

LA IGNORANCIA POLÍTICA DE ENAJENADO Y LA AUTO-INFLIGIDA
(2016)

«Elijo llegar al final de mis días sabiéndome
víctima o agresor, persuadido de haber vivido como hombre de buena fe
o una persona abominable y no como un enajenado con sus propias mentiras u otras
ajenas»

Prescindir leer libros de investigación criminal, o evitar informarnos
verazmente por «a priori» establecer que millones de ciudadanos venezolanos
son permisivos ante forajidos con mando, es una de las peores formas
de asumirse vil. Mejor intentar hallar una explicación a toda calamidad
de naturaleza política, ciertas respuestas aun cuando luego parecieran
no conducir a soluciones. Inclusive, cuando nos solapamos generamos consecuencias.

Leí un «entramado del periodismo investigativo» que me recordó
cuánto deploro la figura de los «testigos-delatores-protegidos», esa
tan utilizada, fundamentalmente, por el Sistema Judicial Norteamericano.
Un sector de entre malhechores pacta su sobreseimiento y disfrute de impunidad
para que otros sean perseguidos o encarcelados. Cuando alguien se muestra temeroso
y en situación de reo de un gobierno (esclavo o bajo tortuosa amenaza)
no significa sea un cómplice por sadomasoquista, o que feliz
permita toda clase de vejaciones: actos ilícitos, ultrajes, et.A USA
y la Eurozona le convienen enterarse del origen fraudulento de los millones
de dólares que trasladan, de un banco internacional a otro, funcionarios
venezolanos y latinoamericanos conexos: miembros de la Transnacional del
Crimen Político Organizado.
También de sus vínculos,
algunos en extremo peligrosos (no sólo para ellos sino para todas las
naciones) Hay serpientes venenosas en territorios dominados por el Califato
Asesino
que son trasladadas, para sacarles crías en cautiverio,
a Centro y Sudamérica. En cualquier esquina aguardan
degolladores, mujeres y hombres empecinados en proscribir la Libertad Inmanente
al Ser Humano.

En materia criminalística, no es difícil imaginar
las razones por las cuales un mafioso converso a informante decide revelar una
verdad presunta. Si esposa e hijos de un exterminador confesaran delitos relacionados
con su padre o amigos alguien podría replicar, mediante malicia y parte
interesada en refutarlas, que se trata de infundios de resentida: que estaría
vengándose por razones irrevelables. Custodios y demás funcionarios
cercanos a un (in) dignatario tienen mucho que revelar y también
ocultar. Es una situación dramática.

Esos millones o miles de personas que sufragan, con reincidencia, a favor
de mantener en el poder del mando a delincuentes está ofuscada: jamás
persuadida
. Si al azar preguntas a cualquier militante-progresista-presunto
del populacho qué es una «revolución», un «Estado de Libertad,
Justicia, Felicidad y Derecho» o «sistema de gobierno» no responderá.
No tiene ni entiende de cognición. Quiénes fueron los primeros
revolucionarios-ilustrados (ROBESPIERRE, MARAT, DANTON, et.) y fruncirán.
Qué clase de bestias fueron STALIN, MAO, MUSSOLLINI, HUSSEIN o GADHAFI
y callarán. Ignoran todo sobre la historia de esos desalmados.

Si les adviertes que los primeros, entre los mencionados, fueron intelectuales,
hombres cultos pero genocidas, te mirarán como a forastero que habla
otro idioma. Les preguntas sobre cualquier otro asunto o tema que concierna
a ciudadanos de una república y callarán. Están enajenados,
ofuscados. Caminan y se alimentan movidos por instinto de supervivencia. Estar
persuadido de algo es saber por cuáles causas adhieres doctrinalmente
al crimen o su antítesis, y la mayoría del manipulable Vulgo no
tiene idea.

Hace poco leí un bochornoso artículo de un escritor-profesor
universitario, quien sí sabe lo que hace con su impronta de «comisario
nazi-fascista» [05] En el texto afirmaba «que los venezolanos opositores jamás
lograrán sustituir al gobierno socialista por otro» porque las Fuerzas
Armadas
forman parte de «sus propiedades». Aparte de -orgulloso- exhibir
un discurso segregacionista, racista, infame. Existe una ignorancia de falso
positivo, la auto-infligida decapitación de los sentidos. Lo lamento
por él y siameses en acomodos, cuyos talentos reconozco. También
por mí, que nunca los tendré por enemigos y tal vez por ello sea
una persona inconvenientemente vulnerable. He sido más fuerte sin registros
personales de enemigos por mí fomentados, sin embargo los tengo fortuitos
a causa de intelectual y doctrinalmente contender ante la Humanidad: pero, no
yerro al inferir que la Muerte semeja más a quienes confeccionan hermosas
botas militares para algunos individuos.

(XXIV)

LA OPULENTA, APERTRECHADA

Y SALVAJE «IZQUIERDA» LATINOAMERICANA (2016)

«En el curso del Siglo XXI, la mayoría de venezolanos
presuntos es sospechosa de permanecer indeseable y molestosamente viva»

Durante la segunda mitad del Siglo XX, en las universidades se difundió
la tesis según la cual ser una persona «de derecha» significaba  tener
«poder» e «influencias»: en los ámbitos políticos, académicos,
financieros (privados o públicos) y judiciales. A mi juicio, fue un razonamiento
inaceptable que se impuso bajo los citados y falaces preceptos. Siempre he sostenido
que somos «de derecha» cuando actuamos conforme a cuanto es universalmente admitido
«correcto». En el Planeta Tierra, todos merecemos dignas condiciones
de existencia: un hábitat confortable, cultura que es educación
y ciencia, abastecimiento de productos de consumo necesario, atención
médica, seguridad social, protección de gendarmería, tecnologías,
oportunidades para desarrollar aptitudes intelectuales o manuales, acceso a
los bienes y servicios de la institucionalidad de los estados porque son de
los nacionales. Somos «de derecha» quienes exigimos libertad, trato humano,
socorro, fraternidad, justicia y equidad en materia económica. Derechos
de civiles que podemos leer en las constituciones de las repúblicas y
hasta en los libros que se tienen por sagrados.

Un sector de individuos entre quienes nos oponíamos a inescrupulosos
mandatarios (administrativamente corrompidos y proclives a cometer toda clase
de insospechados crímenes) pujaba por la consecución del «poder
del mando político» se autocalificándose «de izquierda»: es decir,
«de la siniestra» conforme a su etimología. Frente a los indeseables,
ninguno de nosotros tuvo otra opción que convertirse en detractor. Actuábamos
con la razón, la «izquierda» y «derecha». Que aparte ellos digan que
los «derechistas» somos «reaccionarios» carece de inteligibilidad. ¿Quién
no «reacciona» sintiéndose afectado por situaciones lesivas? La autocalificada
«Izquierda Latinoamericana» se apropió del mando en el país perfecto,
Venezuela, por sus yacimientos de combustible fósil y minerales. Infiero
que es fraudulento el poder político-militar que se logra con violencia,
mentiras y timo. Lo intentaron mediante el «Golpe de Estado» y debieron purgar
condena por ello. Sobreseer a la banda de forajidos que hoy azota a la América
Latina no fue la mejor idea que pudo tener un hombre en decadencia, un político
ya senil en el curso de su segundo e inmerecido mandato: manipulable, enfermo
y lastimoso. La edad muy avanzada es magnífica para meditar, leer, escribir,
platicar y debería ser impedimento para ejercer responsabilidades de
tanta envergadura como dirigir una república.

Los siniestros se apropiaron del mando en un «maravilloso territorio»
para exterminar sus reservas petroleras y financieras, el oro de sus arcas,
las instituciones públicas, la paz y fraternidad entre ciudadanos. Con
ridículas expresiones e impropio cinismo, la ponzoñosa y de rastacueros
oligarquía en funciones de gobierno totalitario culpa a «derechistas»
por ellos (con infinita alevosía) empobrecidos de las penurias mediante
las cuales nos mantienen desahuciados a opositores y también adherentes.
La venezolana de exportación es una oligarquía socialista
presunta: pero sí opulenta, apertrechada y salvaje.

(XXVI)

LA PROLIJIDAD «AMBIDIESTRA» DE LA «BARBARIE DOCTRINAL
SOCIALISTA» (2016)

«Para siempre nadie nunca puede permanecer opresor e
incólume virtud al
Principio de Razón Suficiente que
aborta la preeminencia de criaturas con ideas y comportamientos esquizoides»

Mis primeros asombros intelectuales de pubertad y reflexiones relacionados
con esas (de comediantes) estúpidas expresiones políticas que
califican a los individuos como sujetos de «izquierda» o «derecha», «reaccionarios»
o «progresistas», se precipitaron en mi mente cuando leía a Jean Paul
SARTRE (El Ser y la Nada), Fiódor DOSTOYEVSKI (Crimen y
Castigo
), Friedrich NIETZSCHE (El Anticristo), y Albert CAMUS
(El Hombre Rebelde) Fui proclive al estudio de la Filosofía
y Literatura, para finalmente convertirme, con idéntica
vehemencia, en «filosofacto» y «hacedor de literatura».

A los adolescentes de mi realidad y tiempo sólo interesaba el
béisbol, fútbol y muy pocos jugábamos ajedrez. Casi ninguno
de ellos leía algo, ni siquiera los diarios. Lo cual no extraña
en países «ultimomundanos», como suelo calificar a los nuestros de la
América Latina. Porque sus mandatarios exhibían una lastimosa
e insólita obcecación por mantenerse intelectual, tecnológica
y científicamente «inferiorizados» inculpando de todas sus volitivas
castraciones a esa otra expresión (de «boca pueril») popularizada como
«El Imperio».

Si aceptamos la nada circunstancial evidencia según la cual son
de «izquierda y progresistas falaces» presidentes de naciones que sólo
sirven para, sin ser prestidigitadores verdaderos, convertir selvas y ríos
en desiertos, corromperse y pervertir, entonces quienes somos identificados
como tipejos de «derechas y terroristas» por esos rastacueros propugnamos la
instauración y fortalecimiento de los fundamentales principios menos
inhumanos que transcribiré.

SOMOS, SIN ARBITRAJES NI DECISIONES O INIQUIDADES DE «JERARCARIADO
DE GOBIERNO», CIUDADANOS DEL MUNDO CON LAS SIGUIENTES CARACTERÌSTICAS:

[…] «Libres de nacimiento y por convicción» […] «Propietarios
de naciones y cosas individualmente adquiridas» […] «Soberanos en territorios
o estados jurídicos» […] «Compatriotas» […] «Trabajadores de empresas
privadas o públicas» […] «Respetuosos del prójimo, sus hábitos,
creencias o costumbres no lesivas a terceros» […] «Reverentes de las constituciones
y leyes en cada nación» […] «Mujeres, hombres y niños con deberes
e inalienables derechos universales» […] «Pacíficos, solidarios, fraternos
e iguales antes las normas para la cohabitación civilizada» […] «Deploramos
toda forma de violencia» […] «Pensamos que la consecución de la felicidad
sólo es posible mediante los avances intelectuales, políticos,
científicos, tecnológicos, la producción de alimentos,
medicinas u otros artículos para el consumo masivo» […] «Repudiamos el
adoctrinamiento político, religioso, militar u otros: por cuanto constituye
un oprobioso y criminal instrumento para enajenar las psiquis de incautos, discapacitados
o disfuncionales» […] «Bogamos a favor de la inmutabilidad de los Derechos Humanos»
[…] «Adherimos a la Razón Inmanente del Ser que siempre estará
en pugna con la Irracionalidad del Bárbaro Innato»

La prolijidad «ambidiestra» de los profesos de la Barbarie Doctrinal
Socialista
se hace notoria cada vez que pujan, con ferocidad e irreflexiva
determinación, para tozuda y sistemáticamente doblegar a los ciudadanos
ante su maliciosa presencia en el Organigrama del Poder Político/Militar.
Se publicitan como los «buenos de izquierda» (porque progresistas anti-capitalistas/imperialistas
de marketing) al tiempo que criminan al pueblo por ellos empobrecido
cuando les cuestionan el uso abusivo de los poderes públicos, el «Control
y Apropiación Conspirativa/Marxsaurianas» de las riquezas nacionales.

Dicen odiar a uno o más «estados capitalistas», a esos que transfieren
a las arcas de las repúblicas donde tiranizan los codiciados «próceres
impresos imperiales» que abultan en sus alforjas (por conceptos varios, entre
los cuales el combustible fósil) Se enriquecen sin importarles
las penurias que, con inaudita arrogancia, sus «actos de gobierno» generan mientras
presumen blindar su «Plan B de Impune Escape» tras nombrar a fiscales e írritos
jueces de supremas cortes penales.

(XXVII)

NI CON PLATAFORMA FRAUDULENTA LOS TERRORISTAS LOGRARON
«LEGITIMARSE» (2016)

«Hemos visto cómo el Bestiario logra persuadir a
ciudadanos decepcionados para que le concedan el poder, y la Historia lo dicta.
No está integrado por lindas ovejas, pero se maquilla muy bien: camina
al modo como lo hacen las santas, parecieran irradiar luces. Pero es falible,
cae abatido en el momento cuando más fortaleza y terror promete para
obligarnos inclinar la cerviz ante su presencia»

Aun cuando los libertarios logramos triunfar en la convocatoria para
elegir a quienes serán nuestros representantes en la Asamblea Nacional
de Venezuela,
estoy persuadido que no será fácil ni imposible
desmontar la Plataforma Fraudulenta del Terrorismo Transnacional Enmascarado
e instaurado en el país». En el curso de casi dos décadas,
los ciudadanos hemos sido (con extrema crueldad y persistencia) ultrajados,
amenazados, intimidados y empobrecidos.

Los principales organismos del Estado («poderes públicos») fueron
desmontados para ser convertidos, por los impúdicos y soberbios, en «bases
de operaciones criminales». Cofradía de mujeres y hombres con mentalidad
terrorista
que, de prisa, traicionarían la patria. Comenzaron el
día cuando el Teniente Coronel «Verruga Muerta» recibía el mando
de la república e, hipócritamente, «juraba defender al país»
mientras calificaba «moribunda» a una constitución todavía no
derogada.

Ese desalmado recibía, de modo legítimo, uno de los máximos
poderes que concedemos quienes somos «mandantes» en un Estado: los ciudadanos
propietarios, todos, sin distinciones de ninguna índole. Venezuela es
y será, hasta el día cuando cada uno de nosotros «escinda», nuestra.
Ninguno de nosotros merece trato de «indeseable extranjero» donde nacimos. Somos
ciudadanos a quienes deben respetar y obedecer los «mandatarios»: cada cual
que haya recibido un «mandato» (presidente, diputado, gobernador, alcalde)

El ciudadano es el «dador», el que «confiere», el auténtico poder
en un territorio habitado por seres humanos. Que ningún maleante lo olvide
de nuevo. No desestimen al auténtico poderoso. Mejor que, sin violentarse,
los que han devastado inicien su retirada o entrega a tribunales para ser juzgados,
y los que fueron elegidos restituyan la «Institucionalidad del Estado Venezolano».
Exijo que ningún «novísimo» o «reelecto» representante de la Nación
Venezolana
repita las infamias de sus predecesores, porque pudieran ser
revocados: que en ocasiones, por hartazgo del Vulgo o Infausta, hasta de un
modo distinto al «sufragio».

(XXVIII)

¿QUÉ ES UN «GOLPE DE ESTADO EJECUTIVO,
JUDICIAL Y MILITAR»? (2016)

«El control totalitario de una república es una
bien conocida atrocidad de antípodas del
Juicio, un anhelo de
sus también desquiciados adeptos y la tragedia de una Nación devaluada
que tiene su
bienestar y libertad naturales temporalmente
en situación de
secuestro»

Todos los «Golpes de Estado» tienen características en extremo
repugnantes. Empero, el que experimentamos en Venezuela luce más «repulsivo»
porque se ha urdido para (ad infinitum) mantenerse «en proceso»: lo
cual le añade inquina, devastación y peligrosidad en perjuicio
de ciudadanos desesperados por hallar salidas distintas a la «confrontación
armada» de unos contra otros para no convertir la república en una gigantesca
«fosa común» llena de cadáveres (obviamente de civiles sin preparación
militar) Los fanáticos de las guerras destacan por sus «ademanes» de
superioridad e infalibilidad entre perversos ciudadanos «adeptos de dictaduras»,
y opositores que buscan la restauración del «Estado de Justicia y Derecho».
Sin embargo, al mando de repúblicas fustigadas, esos sujetos son incapaces
de enfrentarse y se limitan a dar órdenes. Gustan activar el «Plan Masacrar
a la Perrería» oprimida. Aun cuando los más fachudos jerarcas
declaren que «dan sus vidas» por mantener tales regímenes, nadie los
verá en combate jamás. En la «Era de las Redes de Disociados»,
los sediciosos mirarán desde bunkers (y hasta fuera de sus países)
cómo los vecinos y quienes fueron amigos se desuellan: para expulsarlos
del poder o mantenerlos, según proclives sean a las atrocidades de un
sistema de gobierno o hacia su legítima liberación de un oprobioso
sistema.

A partir de 1999, en Venezuela comenzó a gestarse la Primera Fase
de un «Golpe de Estado» que los «hegemónicos» enmascaraban virtud a un
enrarecido (dudoso, interesado, cuestionable) «apoyo popular» y la repartición
«timadora» de miles de millones de próceres impresos imperiales norteamericanos
al populacho parasitario: ello conforme a estrategias propias del «Comunismo/Socialismo
Clásico». Gradualmente, la Casta Totalitaria fue apropiándose
de los «poderes públicos» mientras exterminaba los medios de comunicación
independientes e imparciales. En su Segunda Fase, arremetió contra la
«Empresa Privada Nacional» para controlar el hambre de las personas.

Pero, sintiéndose estafado, vejado y picado como bestia de lidia
en ceremonial dantesco de plaza de toros, el pueblo les retiró el apoyo
electoral. Ante lo cual, el enquistado e ilegitimado gobierno optó por
quitarle el antifaz a su estilo dictatorial de gobierno y desestimó las
atribuciones constitucionales de una Asamblea Nacional electa a favor
de libertarios (mujeres y hombres representantes que buscan restituir el «Estado
de Justicia y Derecho»)

En su Tercera Fase (y sin ambages), la que fue una maquillada dictadura
declara su «Golpe de Estado»: Ejecutivo, Judicial y Militar. El régimen
pretende proseguir, tozudo y sin el consentimiento de la mayoría de los
ciudadanos, mediante decisiones manipuladas e írritas de un Tribunal
Supremo de Justicia
(TSJ) prostituido, su brazo mercenario armado integrado
por generales corrompidos de la Fuerza Armada (FA, re-nombro, porque
no es bolivariana) y el fraudulento Presidente de la República. Pero,
los venezolanos lograremos enjuiciarlos y confinarlos en penitenciarías,
porque es ahí donde merecen pasar el resto de sus días. No está
en los venezolanos concederles «medidas sustitutivas de impunidad».

(XXIX)

SON CÍVICOS-MILITARES ENEMIGOS, LUEGO EXTIRPABLES
TUMORES (2016)

«Sofocado, una y sucesivas veces miro y escucho en mi
país de origen cómo quienes son presuntos principales de gobierno
actúan al modo como lo hacen los antisociales y malvivientes: cobijados
por un explícito «Estatuto Para Ultrajes Institucionales»

A ninguna persona en el mundo se le exige ser sabia para formar parte
de una comunidad organizada. Pudiera instruirse o no, formarse en instituciones
educativas
o ser autodidacta. Pero, obviamente, necesitará
adquirir conocimientos básicos y mínimas orientaciones «púdicas».
No para que sea célibe o asceta: sus «preferencias y disfrutes sexuales/heroicos»
(extravagantes o no, pero íntimos) no deben escrutarse convirtiéndolos
en asuntos punibles, sino su «comportamiento social» porque muestra el «perfil»
de su otra «moral» en el lugar donde resida. Si acata la Constitución
y Leyes (es trabajadora, comunicativa, apacible, fraterna, cooperadora
y respetuosa del otro) será reconocida como «digna».

No pueden ciudadanas o ciudadanos, mayores de edad y hábiles,
postularse para ejercer funciones de «mandatarias»/«mandatarios»/ o «asambleístas»
precedidos de «prontuarios criminales» e «instigaciones delictivas». Es inconcebible
que lo hagan exhibiéndose «adherentes» de sistemas de gobierno fundamentados
en un explícito Estatuto Para Ultrajes Institucionales (EPUI),
la «Violencia Miliciana» o «Genocidio Discrecional/Selectivo» que en ningún
estatuto aparece para ser aplicado. Empero, lo hacen sin que las poblaciones
hallen alternativas no lesivas para impedirlo. Sólo tienen el sufragio,
muy frágil, falible cuando está bajo la responsabilidad de forajidas
y malhechores remunerados para urdir fraudes.

Por ello, miramos y escuchamos cómo ciertas funcionarias y jerarcas
se jactan de ser imbéciles: pero, advirtiéndonos que igual «peligrosos»
y «aventajados» por el «Ultraje Institucional» que los ampara. Les divierte
transformarse en castigadores de sus rehenes. Actúan sin acato a constituciones
y leyes arrogando ser los «principales de repúblicas» cuando, en realidad,
nada distinto a quirúrgicamente extirpables y malignos tumores. Fístulas
purulentas en cuerpos sociales a los cuales enferman, contaminan y joroban sin
lograr matarlo.

Nadie jamás podrá exterminar a ninguna sociedad organizada,
aun lesionándola de gravedad. La Historia registra que muchos y afamados
comandantes/venenos de ejércitos lo intentaron. Fueron enemigos
en los territorios que fustigaban y fortuitos de otras naciones, pero nunca
tumores imposible de remover. La Humanidad tiene que sanarse sacándoselos.

(XXX)

SUPREMACÍA DEL DÓLAR DOCTRINALMENTE INVESTIDO
DE «SOCIALISTA» (2016)

«Que un prócer impreso tenga investidura es antífrasis.
Pero, su viabilidad no se la he concedido yo, sino ciertas mujeres y hombres
prestidigitadores: esos mal famados que suelen, hábil e impunemente,
robarlos a naciones para almacenarlos a su favor en hoyos, bunkers, bancos o
baúles»

La fenomenológica instauración de «supremacías»
al mando de territorios tiene un expediente histórico mucho más
antiguo que el intento de los nazis por imponer su falaz y «aria» raza en el
mundo, suceso que impactaría tan severamente a la Humanidad que
en el curso del Siglo XXI todavía imaginamos los sufrimientos de millones
de martirizados y el hedor que luego expelieron los promontorios de sus cadáveres
en los campos de concentración o ghettos: donde los
alemanes, gozosos, materializarían lo que se conoció como «La
Solución Final» o exterminio masivo de judíos. Cierto: para ellos,
fue divertida la convocatoria gubernamental para eliminar a personas absurdamente
estigmatizadas por un persuasivo y con carisma demente que lideraba Alemania.

Cuando los seres aparencialmente humanos (se presume que «erectos»,
pero poco reflexivos y fervorosos materialistas) se organizaron en tribus y
demarcaron territorios para protegerse en grandes familias, sin que ello tuviese
relacionado con estar propensos a la praxis de la endogamia, lo hicieron para
reglamentar cómo se vincularían con distintas e «incontaminadas»
etnias, razas o asentamientos de mestizos en la iniciática y muy dinámica
Mercadería más que en otros menos urgentes asuntos: como
instruirse, desarrollarse en las disciplinas de las Artes y Letras, Experimentación
Científica
e Invención Tecnológica.

También es verdad que cuando el genio sobresalió entre
la mayoría de individuos toscos u ordinarios, fue de inmediato reclutado
para perfeccionar la Mercadería que gradualmente se convirtió
en una «deidad»: con ejércitos que resguardan sus tesoros, jueces para
la resolución de querellas mediante sentencias contenciosas-administrativas,
aliados (dueños de respetables fortunas) deseosos de invertir y multiplicar
sus activos e influencias. Entre 1789-1797 George WASHINGTON establecería,
por decreto, la impresión del «dollar». Cuyo origen no es atribuible
a EEUU, sino México (quizá por ello le fascina tanto a la gigantesca
comunidad hispanohablante de nuestro tiempo)

Próximo a cumplir trescientos años de edad, el dólar
ha sido investido «socialista» por la mal parida Supremacía de Prefabricados
Progresistas
propensa a instaurar y perpetuar el Terrorismo y Genocidio
Doctrinal de Estado
en Latinoamérica: ello gracias a los billones
de «billetardos» estadounidenses que los inescrupulosos mandatarios
con membresía obtienen del imperio financiero más poderoso, corruptor
e inmenso jamás conocido en la Historia Moderna y Post Moderna del
Mundo.

Permanentemente corvos a causa del peso de sus víctimas (que llevan
adheridas a sus espaldas), poco reflexivos pero fervorosos materialistas, los
de relevo generacional «amos» (o apropiadores del combustible fósil)
no son sesudos ni anhelan una magnífica reputación intelectual
o académica: porque -con los billetardos imperiales- compran
a sectores de la «Cultura y Ciencias» que los maquillan para que no luzcan burdos,
y mostrarlos carismáticos e intuitivos. Con el verbo y lujos, los mercenarios
les ocultan sus rictus de forajidos que se auto-inmortalizan y
auto-confieren rangos de «supremos» y «supremas» (con o sin charreteras) Quienes,
además, son demasiado soberanos como para temerle a cortes internacionales
o comisiones para la defensa de los Derechos Humanos. Integran
una casta incontaminada y pura, la mal parida Supremacía de Prefabricados
Progresistas.
Hasta que se demuestre lo contrario, son «sempiternos». Prohibido
equivocarnos: es [o] as, tales o cuales, lo son virtud a la Supremacía
del Dólar Doctrinalmente Investido Socialista.

(XXXI)

EL TRICÉFALO Y SALVAJE «CAPITALISMO»
GEMELO DEL «COMUNISMO BESTIAL» (2016)

«Nada que no sea invertir para lograr, rápidamente,
gananciales de diversos tipos debería proceder más que el respeto
hacia el
Ser Humano: sus necesidades de alimentación, cobijo,
asistencia social y trato digno cuya insatisfacción o ausencia en legislaciones
le causan tantos e inmerecidos sufrimientos»

Así como no existe ningún organismo vivo que no sea mutante,
tampoco ninguna doctrina está exenta de experimentar transformaciones.
Tres son las vertientes perceptibles:

PRIMERA.-

«Capitalismo Privado Postmoderno»

SEGUNDA.-

«Capitalismo de Gobierno Populista»

TERCERA.-

«Capitalismo Mayor y Menor Especulativo»

El Capitalismo Privado Postmoderno consiste en invertir más
en tecnologías que en mano de obra: elige formas de multiplicar ganancias
sin las exigencias y riesgos que comporta la contratación de tantos trabajadores.
Por su desempeño, las máquinas avanzadas constituyen su mejor
opción para producir sustituyéndolos. El Ser Humano es
colocado en situación de minusvalía.

En cuanto al Capitalismo de Gobierno Populista, sólo
es posible su instauración cuando un país cuenta con abundante
materia prima, fortuita y de gran demanda internacional (combustible fósil,
minerías y, curiosamente, mercenariado de la «Industria Bélica»)
Esa forma de «mercadería» genera lo que defino Parasitismo de Estado.

Bajo regímenes de gobierno donde se impone, el ciudadano sobrevive
sin ambiciones ni proyectos personales en materia educativa o producción:
de alimentos, inmuebles, ciencias, tecnologías, artes. En la actualidad,
quienes dirigen repúblicas sometidas al Capitalismo de Gobierno Populista
enfocan las actividades económicas en: la exportación de
petróleo, compra abominable de armas para el entrenamiento de individuos
que ejercerán la violencia política (con la cual nadie come ni
se cura) y propaganda.

El Capitalismo Mayor y Menor Especulativo surge de la enfermiza
improductividad de una Nación. En poblaciones propensas al parasitismo,
la escasez fortalece la aparición de grupos de «inversores/especuladores»
para quienes la compra/venta de productos de gran demanda deviene en estafa.

Adam SMITH (1723-1790), fundador del Capitalismo Salvaje (fusión
de «capital»/«monto» e ismo/«tendencia») y que nació gemelo
con el Comunismo Bestial, no habría sospechado o imaginado nada
sobre las bifurcaciones hoy perceptibles en su Fenomenología Financiera
Fundamentada en la Oferta y Demanda.
Que siempre ha tenido por fin último
el triunfo de la avaricia, codicia y egoísmo: presentes en la lucha del
«capitalista» o «comunista» (según los casos) por la consecución
del poder, notoriedad.

Se trata de una incesante dinámica económica que puja por
revertir o desconocer Derechos Laborales. Sus comportamientos extremistas
sí los unen y delatan. El pugilato entre «capitalistas» o «comunistas»
con quienes somos «asalariados» es indetenible porque, para el Fundacionismo
de la Barbarie,
los seres humanos semejamos a «lastres». Luego disertaré
sobre otra vía fuera de las «bifurcaciones descriptas», quizá
«única» en pro de la trascendencia de nuestra especie: el Magnanimonianismo.

(XXXI)

¿QUÉ ES EL «MEDALAGANISMO»? (2016)

«Yo gobernaré donde y hasta cuando me dé
la gana. Nadie, dios o mortal, me derrocará, rescindirá poderes
u obligará dimitir. Me declaro propietario del territorio que domino
u ocupo con mi ejército, sus instituciones y personas, porque soy todo
cuanto existe»

En el curso del Milenio Dos Mil, una de los mayores anatemas
que la Humanidad enfrenta es aquella según la cual «todos somos
presuntamente inofensivos» hasta cuando se nos demuestre el «oculto canalla»
que impulsa nuestros actos. Pocas veces estamos dispuestos a exponernos pillos,
aun sabiéndolo. Pero, algunos se miran y no advierten cosa distinta a
ser admirables [anti] «héroes». Cualidad de quienes confrontan
a personajes de «historietas» o «comics» que, en ciertos instantes de sus vidas,
lo impactarían. Inclusive, previa irrupción y triunfo tecnológico
de quienes propugnan la «Comunicación Global». La figura del antihéroe
es una forma superior, revolucionaria, del otro «igual forajido»
por principialismo.

Durante los tiempos de monarquías, la opinión de los pueblos
no «procedió» en materias públicas relacionadas con la administración/conducción
de territorios con reconocido status jurídico internacional. No
obstante, en pocos lugares todavía se refieren a tales como asuntos de
«coronas imperiales» (Inglaterra y España, por ejemplo) Pero: la Doctrina
Medalaganiana
que gobernaba con «fuetes», «instrumentos de tortura» y «escupefuegos»
trascendió rufianesca. Sin embargo, la puja de jurisconsultos ha sido
positiva para el desarrollo de las naciones cuando (gradualmente) los ciudadanos
son conscientes de su protagonismo y derechos universales.

En el Ámbito Político Mundial, el «Medalaganismo»
es una monserga pariente de esa del célebre del monarca Luis XIV: quien,
a la edad de dieciséis años, estuvo persuadido que Él era
la Institucionalidad del Estado Francés y no su representante
jurídico. Insólito que, ya en el Siglo XXI, todavía tenga
vigencia en el Bestiario que cuida sus apariencias.

Como cualquier régimen terrorista, el «Medalaganismo» rige tras
blindarse con tropas mercenarias. Cuando «terratenientes», «embuchados/henchidos
de mal habidos billetardos», «mafiosos» o «legales capitalistas», que todos
inescrupulosos, comienzan a experimentar goce al infligir (daños
físicos, psicológicos y vejámenes de todo tipo), los pueblos
advierten estar sojuzgados u oprimidos por militantes del Medalaganismo.

A sus profesos/adeptos/adhesos placen las paradas militares, que
jamás ninguna persona civilizada debería saludar con ovaciones
porque son [lastres] residuos de las malas conductas que los tiranos/criminales
exhibieron desde épocas casi inmemoriales: sus propósitos fueron
(y, en la actualidad, son) la intimidación o anuncio de campañas
genocidas. Siempre que al déspota «le dé la gana» exhibirá
apertrechados regimientos en las principales calles de su república.

(XXXIII)

EL «MAGNANIMOÍSMO» (2016)

«Si es pensante, el Hombre no puede pugnar
en pro de cosa distinta al
Bien que no es constipado. No debería
abatir adversarios, sociópatas o antisociales de formas que no sean:
el discernimiento, reproche, escarnio público e imputación. Es
una
criatura magnánima, aun cuando la más tentada a revertir
sus cualidades»

En el curso del Siglo XXI, estoy vivo y me hallo entre los miles de millones
de testigos que perciben cómo la «tolerancia» y «violencia»
de unos y otros seres, más o menos humanos, parecieran opciones sujetas
extremos de una invisible cuerda tensada en la Centrípeta del Caos
donde está inmersa la Humanidad. Los adherentes de la Violencia
Lúdica
no son predadores natos: se infiere necesitan matar de cualquier
forma, tesis que rechazo por cuanto a toda criatura mueve un aprendizaje
básico.
Empero, en el torbellino de escombros que desafían
la Ley de Gravedad estamos los profesos de la Existencia Pacífica
que bogamos a favor del «Magnanimoísmo»: la «fraternidad», «igualdad
ante legislaciones sobre derechos/deberes», la «paz», «cooperación»,
«crecimiento cognitivo de epígono» y «abolición de las armas letales».

Frente a la insolencia fortuita que gobernare, propugno el Magnanimoísmo
(del Latín «Magnánimus», grande o generoso; e «ismus», doctrina
o tendencia) Abundan hipócritas que fomentan la salvación del
Planeta Tierra cuando sus prontuarios advierten respecto a sus actos genocidas.
Cómo alguien declara estar preocupado por los sucesos azarosos de la
Naturaleza sin mencionar que existe porque igual nosotros. Cada Ser Humano
que muere la extingue. Desde mis días de infante, he persistentemente
lucubrado sobre si la realidad (Mundo) nació conmigo o no.
Si eso que entendemos por antepasado vive en cada uno de nosotros, sus
dolientes de este tiempo, entonces nuestra irrupción en el espacio vacío
fue simultánea.

Los seres racionales experimentamos la urgencia de probarnos superiores.
Es iniquidad que estemos aquí, en esto, para exterminarnos o
fundar supremacías que aventajen: cúpulas de apertrechados proclives
a flagelar y dictar penurias al «resto» (que conforma «la mayoría») El
Magnanimoísmo tiene, entre sus propósitos, obstruir los
afluentes del Barbarismo: de la impenitencia política-doctrinal
nacida para cometer y devastar. Cierto: todos experimentamos situaciones en
la vida que lucen extremas, pero hay un cabo. Somos pasajeros en un barco que
pareciera navegar sin capitán, océano adentro y desde cuya proa
no se perciben costas. Sin embargo, como quiera describamos ciertas e inevitables
tribulaciones, nada importa más que el Ser Humano y su circunstancia.
Salva y exculpa que fomentemos condiciones para nuestro progreso mediante la
cohabitación inspirada en la quiescencia, desarrollo intelectual, artístico,
científico, tecnológico y humanístico […]

(XXXIV)

[INTER] MEDIARIO (2016)

«Si presumes de mediador, entonces será por tu
arbitraje: que jamás adhesiones»

Cuando las instituciones fundamentales de una república que debería
ser conducida con respeto al «Estado de Derecho» son alevosa y premeditadamente
deterioradas, ¿qué sucede? La respuesta es obvia e indiscutible.
Es presa de: la inestabilidad política, el pillaje, desorden público
y crimen. La pertinencia de las sociedades se debe a normas (constituciones,
leyes) para la convivencia o cohabitación pacífica entre individuos
miembros.

Quien [inter] «media» no debe castrar ni acallar las voces de
personas o grupos en «faenas discordiatóxicas» causadas por comportamientos
irregulares que adquieren dimensiones letales, pero tiene entre sus atribuciones
exigir a partes acudir a envites conciliatorios predispuestos suscribir tratados
de paz. Para que la haya [inter] «mediación», cada cual mostrará
su identificación personal, aparte de la Constitución y Leyes
que debieron regir su conducta pública: documentos que, previo, el árbitro
ha también estudiado rigurosamente.

La figura del [inter] «mediador» es inclusiva/vinculante en
pugilatos sin metamorfosearse «juez». Lucirá absurda en los recintos
para pleités cada vez que no pueda demostrar cuánto «procede»
su presencia en «Claustro de Conversatorio», tanto como si hubiere participado
en «juergas» con uno o varios en situación de gladiador [es] o conminado
[s] rectificar su [s] conducta [s] infractora [s] Sólo podemos ser fiables
tras forjarnos probos.

En Venezuela, es ridículo que el indigesto y oficial/ocioso/despilfarrador
Ministerio de la que Propaga/Anda Cínica intente ocultar que
a todos los ciudadanos nos resulta heroico mantenernos más o menos vivos:
nos mata el «mercenario/hasta la victoria siempre», cualquier pedazo de mugre
a él idéntico autocalificado «colectivo/guardia/milicia de la
patria», los estafadores/acaparadores en concierto para delinquir junto al Funcionariado
Mayor Corrupto de Gobierno Despótico,
las enfermedades difícil
de curar por escasez de medicinas, la sintomatología depresiva o desnutrición.

Soy testigo e igual víctima. Me he enfilado,
sin mucho éxito, para comprar ciertos productos básicos. En esos
humillantes encadenamientos de fortuitos penitentes escucho ancianos decir que
mejor es suicidarse, postrar su «Ser Físico/Psíquico» y esperar
la muerte.

Empero, la puja internacional a favor de la restitución del Estado
de Derecho y Justicia
en Venezuela ha parido sujetos que lucen cobardones:
ignorantes de nuestra «Carta Magna», evasivos, ebrios de protagonismo fatuo
en una puesta de escena que no resiste a mentirosos ni maquilladores de camerinos.

Venezuela permanece en situación de secuestrada desde hace más
de quince años, y sus pobladores no padecemos de cosa distinta al Síndrome
de Esto es el Colmo.
Sus ultrajadores han rebasado [«colmado»] la capacidad
de tolerancia de quienes legítimamente la restituiremos, de cierto
os digo,
con o sin [inter] «mediaciones», como es preciso y urge
hacerlo.

(XXXV)

¿QUÉ ES EL COMUNISMO? (2016)

«Filosófica y Políticamente, ningún
poblador debería imaginarse distinto a
soberano que igual copropietario
de república: mandante con mandatos para conferir a revocables, en
caso que resultaren ineptos o peligrosos»

Durante más de una centuria, se ha difundido que el Comunismo
es un movimiento político/filosófico destinado abolir un
específico e inextinguible derecho humano fundamental: la «Propiedad
Privada», para transformarla en «Franquicia Nacional Pública» (falso
porque, finalmente, a cargo de una corporación burocrática de
partido político único) Luego de lo cual, desaparecerían
las clases sociales tradicionales y se fundaría la Igualdad Doctrinal.

La Historia no torcida ni maquillada (por ministerios para la desinformación/enajenación)
registra que, tras imaginar el fallecimiento de la «Propiedad Privada», los
socialistas establecieron tres: la fantasmal de «esperpentos» (esos destinados
a morir de inanición), «desahuciados» (individuos en condiciones de precaria
subsistencia) y «aventajados» (integrada por el Jerarcariado Mayor Cívico-Militar
y Cortesanos
)

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter